martes, 27 de marzo de 2007













Comentario realizado el 22/03/07 por Carmen Pilar
Tengo una sobrinita de 8 meses, y le encanta que la mantengamos de pie. Así que sus padres la ponen todos los días un rato en el tacatá.Tengo varias dudas:- ¿Como se sabe si está lo suficientemente fuerte para el tacatá?. He oído que si está demasido tiempo en él, se le pueden torcer las piernas.- Estoy viendo que como está en el tacatá no hace intentos de gatear cuando no está en él. ¿Sería negativo que no aprendiese a gatear?

Querida Carmen Pilar:

Las fases que sigue un bebé para caminar son las siguientes:

1. Reptar: Movimiento parecido al que realizan los reptiles, de ahí procede su nombre.
2. Gatear: Movimiento que ser realiza a través de las piernas y brazos.
3. Andar: Movimiento que realiza el niño erguido, al igual que lo hace una persona adulta.

Sería aconsejable que el niño siguiese cada una de estas fases, pues en caso de saltarse la fase del gateo, posiblemente no desarrollaría al máximo su movimientos, así como su capacidad de percepción del entorno que le rodea, o las propias extremidades, pudiendo sufrir un mayor número de caídas a la hora de andar.

Es por ello por lo que es aconsejable, el uso del tacatá una vez que el niño halla desarrollado la fase del gateo.

Existen numerosos métodos para ayudar a nuestro bebé a gatear, pudiendo ser alguno de ellos:

Gatear nosotros para que el propio niño nos imite.
Mover alguna bola con colores y sonidos que capten la atención del niño para que éste lo siga.
Situarnos en la otra punta, y llamar al niño para que se dirija hacia nosotros.

Sin embargo, podemos encontrar otros autores más estrictos que piensan que el gateo es imprescindible, por numerosos motivos. Para conocer estos motivos, se puede visitar estos otros enlaces:
http://www.institutosfay.com/gatea.htm

A nuestro parecer, pensamos que es un poco extremado, y creemos que si es conveniente favorecer cada una de estas fases puesto que ayuda al niño en su desarrollo y madurez previos, ¿(pero también opinamos que no resulta de vital importancia)?.

Esperamos haberte ayudado en la medida de lo posible. Si te surge cualquier otra duda, puedes contactar de nuevo con nosotros a través de este blog, o si es alguna duda de tipo personal, puedes hacerlo escribiendo un e-mail a la siguiente dirección: isha@ozu.es.
Por favor, si optas por esta segunda opción te agradeceríamos que resumieses la duda que te inquieta en la casilla de motivo a la hora de mandar el e-mail.


Comentario realizado a fecha 21/03/07 por Anónimo:
Me gustaria que tratareis el tema de a que edad deben los niños dormir en su cama y dejar la cuna y si hay que dejarlos llorar para que se acostumbren a dormir solos o, como dicen por ahi, si los dejas llorar demasiado luego no son cariñosos, etc. Gracias

Querido Anónimo:
Con respecto a la duda que te inquieta, decirte que no existe una edad predeterminada para que un niño duerma solo en su cama, puesto que, aunque pueda parecer un tópico, cada niño es único y por lo tanto, se desarrolla de modo diferente al resto.

Lo que sí te podemos asegurar es el hecho de que personalmente no estimamos adecuado dejar a un niño llorar, dentro de unos determinados límites. Existen diferentes autores con distintas posturas, como son:

El Doctor Estivill en su libro “Duérmete niño”, nos muestra como es ‘sano’ dejar a un niño llorar utilizando cada vez períodos de tiempo más prolongados, hasta que éste sea capaz de dormir solo en ausencia de sus padres. Se puede apreciar la técnica utilizada por el Doctor Estivill, pinchando en el siguiente enlace:
http://www.cuatro.com/multimedia/video.html?xref=20051208ctoultnot_19.Ves

En este link, se muestra un vídeo con dicho método, creando, a mi parecer, una situación incómoda tanto para padres como para el propio niño.

Si se desea una mayor profundización en la fórmula empleada por el Doctor Estivill puede visitar este otro enlace:
http://salud.terra.es/web/ninos/articulo/muestra2.aspx?Id=338.

Y si lo que desea, en cambio, es contrastar opiniones, le recomendamos este otro:
http://www.lacoctelera.com/contraejemplo/post/2005/12/15/estivill-vende-metodo-maltrato-infantil-y-los

En cambio el Doctor Carlos González, en su libro “Bésame mucho: cómo educar a tus hijos con amor”, y tal como nos indica el propio título, hay que mimar al niño en todo momento: besándole, abrazándole, acudiendo en todo momento a sus lloros, hablándole de forma cariñosa… También se puede obtener más información sobre la teoría del Doctor Carlos González accediendo a este otro link:
http://www.bebesymas.com/2006/01/28-no-solo-del-metodo-estivill-duerme-el-nino
http://www.crianzanatural.com/detlibro.asp?idlib=1

Personalmente nosotros somos partidarios del término medio: hay que mimar al niño, pero con moderación, pero no siendo la solución, en absoluto, dejar al niño sufrir y llorar hasta que, por el propio cansancio, se de por vencido y termine por cesar su lloro.

Pensamos que cada niño posee su propio estado de maduración. Así los padres serán los que perciban que ha llegado este momento madurativo en su hijo y decidan cuando es oportuno que duerma solo. Para que esta transición resulte lo menos traumática posible, se pueden emplear algunos métodos, eso sí, siempre tomando como base los valores del amor y la comprensión. Dichas fórmulas a poner en práctica pueden ser:

En los primeros días, acostarnos en su cama hasta que éste quede dormido. Una vez dormido, volver a nuestra cama y realizar numerosas visitas para ver cómo se encuentra. Éste número de visitas cesará en función de que el niño vaya acostumbrándose a su nueva habitación.
Otro modo puede ser, a través de la motivación. ¿Y cómo se consigue tal motivación? Pues de una forma muy fácil: adornando la habitación de algún tema que le interese al niño (por ejemplo, si es chica, dar un toque de princesita a la habitación o de un personaje de su cuento preferido, resultando eficaz esto último también para chicos). Además, se puede orientar a las visitas para que una vez que vean la nueva habitación, hagan comentarios al respecto mencionando lo ‘super-chula’ que ha quedado y numerosos cumplidos más que motive al niño a desear su nuevo entorno. De este modo, el niño, no podrá resistirse a dormir solo en su nueva habitación.

Con respecto a tu segunda duda (si dejas a un niño llorar, luego podrá no ser cariñoso), pueden presentarse distintas manifestaciones en función del niño, pues cada niño y aunque resultemos muy repetitivos, es un mundo. De todos modos, independientemente de cómo le pueda afectar en un futuro en su personalidad el dejarlo llorar, recomendamos que a los niños como a los adultos en general, hay que tratarlos con amor y con comprensión como ya hemos citado con anterioridad, y en definitiva hay que dialogar con ellos, pues entienden más de lo que en un principio podemos presuponer. Si bien este entendimiento no es a través de palabras, sino de otros aspectos lingüísticos que afectan al estado psicológico del niño, como por ejemplo: es bueno dialogar con los niños, no tanto por el contenido de las palabras, sino por la entonación y el significado que posee este sonido. Así, una misma frase como es ‘duérmete niño’, se podrán expresar de distintos modos, produciendo en el niño diferentes reacciones psicológicas, como son:

· ¡¡¡Duérmete niño!!! (con tono agresivo o exaltado), generará un estado de nerviosismo y ansiedad en el niño.
· Vamos, cariño, intenta dormir. Mamá y papá están junto a ti (con un tono dulce y pausado), causará en el niño un estado de paz y tranquilidad.

Si lloran, lo más posible es que su llanto esté justificado: bien porque tiene hambre, porque tiene frío, tiene miedo, se siente solo… Todo esto, se va aprendiendo en la medida en vayamos conociendo a nuestro hijo: sus inquietudes, sus emociones, sus miedos, sus alegrías…

Y sin más por nuestra parte, esperamos haberte aclarado a grosso modo tu inquietud, y si aún te sigue quedando alguna duda al respecto, puedes realizar otro comentario, o incluso contactar con nosotros en la siguiente dirección de e-mail: isha@ozu.es.

Gracias por interesarte por este blog, y por tu cuestión, pues para nosotros resulta un placer el poder ayudar a aquellas personas que presenten inquietudes o dudas con respecto a la infancia.

Un saludo.